SOBRE INTERNACIONALISMO

NO HAY PUEBLO AISLADO! NO HAY ORGANIZACION REVOLUCIONARIA AISLADA!

Los imperialistas norteamericanos atacaron Iraq en 1991 con el patrocinio de la ONU. Eso fue posible con la cooperación de los imperialistas y sus colaboradores en los gobiernos de las nuevas colonias. Ellos cooperaron para bombardear Iraq, aunque los pueblos del mundo estuvieron en contra. Pero en contraposición a los imperialistas falto la cooperación entre ellos. Algunos movimentos nacionales y revolucionarios lucharon contra esta agresión imperialista, pero no hubo una organización conjunta para acciones solidarias. Cada vez cuando el imperialismo asalta pueblos o movimentos sociales en todo el mundo, se siente la falta de una organización adecuada. Las organizaciones revolucionarias del mundo necesitan una solidaridad internacional. Desgraciadamente es un deseo difícil de satisfacer.

Parece que es muy optimista si pensamos en la posibilidad de realizar esta solidaridad internacionalista. Pero porque la necesitamos? Los motivos son importantes para todos los movimentos nacionales, sociales y revolucionarios. Cuando Marx y Engels fundaron la Primera Internacional en 1864, tuvieron la intención de hacer una Revolución Europea. Por eso trataron de organizar la solidaridad obrera. La Internacional I tuvo exito en crear una organización proletaria para establecer partidos comunistas en varios países. La Internacional II con su politica de paz y reformismo resultó la internacional de los revisionistas. La Internacional III con Lenin como líder dio impulsos a los movimentos revolucionarios en casi todos los países y mostró a los proletarios y revolucionarios la importancia de la toma del poder. En este tiempo el problema mas importante para la internacional fue la protección del único estado socialista en el mundo: la Union Soviética. Y la Internacional III estuvo consciente de este problema y estimuló y organizó la solidaridad internacionalista. Despues de la Segunda Guerra Mundial el mundo quedó totalmente cambiado. El Ejército Rojo mostró los mejores ejemplos de solidaridad internacional. Despues de la guerra naceron muchos nuevos estados y algunos revoluciones populares. Así se originó una situación completamente nueva, que requirió también nuevas formas del internacionalismo.

La Internacional Comunista se desintegró en 1943. El socialismo ya no era el sistema de un solo país, sino que se convirtió en un bloque y en un contrapeso geopolitico al imperialismo. Por eso fue mas facil formar una solidaridad internacional mas solida. Pero desgraciadamente se deterioraron las perspectivas. Despues de los 50s, cuando los imperialistas iniciaron la “Guerra Fría”, el Bloque Socialista debío apoyar los movimentos revolucionarios nacionales. Pero en vez de ayudarlos su posición pragmatica y hasta contrarrevolucionaria, remplazó el internacionalismo.

Se puede comprobar que los movimentos populares, nacionales y revolucionarios de hoy necesitan cada forma posible de internacionalismo. Es muy importante lograr una concepcion revolucionaria. Actualmente existen varias organizaciones que se llaman internacionalistas. Pero seria una ilusión si alguien cree que una organización podria participar en una lucha internacional sin lograr solidaridad dentro de su propio país. La base de un internacionalismo mas fuerte será una lucha intransigente contra el imperialismo y la oligarquía.

La concición previa de la lucha internacionalista es la batalla por el poder en cada país. Las revoluciones nacionales son parte de la Revolución Internacional. Los internacionalistas tenen que aprender de la historia mundial y hacer su labor revolucionaria en cada país.
En la situación actual muchos organizaciones creen en los eslogans de “el termino de la idea socialista”. Si queremos rechazar esta posición, defender el Marxismo-Leninismo y continuar con la lucha anti-imperialista, tenemos que continuar en el camino internacionalista.

Nuestro partido, el DHKP-C toma una posición decidida contra el imperialismo, el revisionismo y el oportunismo. Nuestro partido resiste los ataques imperialistas, defiende los derechos de los pueblos del mundo y da esperanza a todos los revolucionarios. La lucha popular en nuestro país va a inspirar la solidaridad internacional. Podemos decirlo bien claro:

No hay pueblo aislado, no hay organización revolucionaria aislada. El DHKP-C se entiende como un aliado de todas las organizaciones revolucionarias y de todos los pueblos del mundo.

El DHKP-C ve su destino en la Revolucion Popular. Para nosotros los intereses de los pueblos en Turquía son también los intereses de todos los pueblos del mundo, y los intereses de todos los pueblos del mundo son también los intereses de los pueblos en Turquía. Esta interpretación puede establecer una nueva forma del internacionalismo.

Los Consejos Populares

Las revoluciones en el mundo tienen ricas experiencias en organización popular. De Vietnam a Rusia, o en todas las partes donde éstas nacieron. Hasta los nombres de ellas han variado de país a país, y el contexto popular definía si tomaban el papel de plataforma de información, discusión o decisión.

Obvio que diferentes niveles fueron asumidos para responder al papel revolucionario jugado en varios países.

El ejemplo de la Unión Soviética es el más conocido y el más típico. Los “Soviets”, que aparecían como órganos directos de poder, estaban armados y jugaron un papel importante en la revolución como fuerzas armadas que se auto-organizaron. En Vietnam, Nicaragua y otros países, este tipo de organización relacionada a la estrategia de guerra de guerrillas daba a la guerrilla fuerza y la unificaba a los movimientos de masa.

En nuestro país los Consejos Populares son, en este periodo, la forma organizativa en la cual se expresa la voluntad del pueblo.

Para que las organizaciones populares determinen su posición en nuestra revolución, deben responder a las funciones siguientes: politización del pueblo; canalizar su poder y estabilizar la confianza en su propia fuerza; hacer que el pueblo luche, y que esa lucha sea popular.

En breve, estas organizaciones deben convertirse en canales para ampliar la lucha y desarrollar una base de masas. En este periodo los Consejos Populares no tienen únicamente un papel organizativo. Deben ser una forma organizativa que cambiará, sobrevivirá a los cambios, y después de la revolución serán fuertes y reconocidos. Naturalmente que las organizaciones populares o consejos, no van a ser los únicos modelos organizativos responsables de lograr estos objetivos. Los consejos son un alternativa organizativa para aquella gente que rechaza la política tradicional del sistema, pero todavía no se deciden a ser ciento por ciento revolucionarios.

Participando a estas organizaciones la gente se politiza y avanza en su propio proceso revolucionario. Durante este proceso la organización revolucionaria abrirá el espacio para nuevos cuadros y los formará. Y lo más importante: grandes partes de la población se incendiarán para luchar.

Los consejos se formarán con estos objetivos, estrategias y tácticas. Los consejos hacen parte de la política del frente. El Frente Popular Unido es la actual expresión en la creación de un Frente Revolucionario.
El Frente Popular está por encima de estas organizaciones. No queda la menor duda de que los consejos son la expresión de la misión del Partido-Frente para dar liderazgo. Es esencial de estudiar la teoría de Mao sobre la cuestión de la relación entre el liderazgo y la gente que está dirigiendo el Frente Revolucionario Unido para entender la situación actual.

“Es esencial para la dirigencia y el partido de cumplir con dos condiciones ante el pueblo para liberar sectores, partidos políticos y organizaciones populares:
a) mostrar determinación en el combate contra el enemigo común, y capacidad para ganar;
b) ayudar económicamente, o al menos no dañar el bienestar de la gente, al tiempo que se le educa políticamente.

Las organizaciones populares y los consejos son la forma de organización directa que tiene como base la autoridad del pueblo, establecida por él mismo como vital.

La participación de los revolucionarios en esta expresión popular de autoridad es una muestra de respeto. Es decir, los que no respetan la autoridad del pueblo no respetarán las decisiones tomadas y se distanciarán de la política de los Consejos.

En realidad los que no muestran respeto por los Consejos son los que no creen ni tienen confianza en su propia política. Los que deseen una revolución por el pueblo, no temen al poder del pueblo ni a su autoridad, iniciativas y decisiones.

Pero los que no buscan la unificación del pueblo y la lucha, tienen otras intereses diferentes. Son aquellos que se consideran como árbitros: encima del bien y el mal; miran hacia el pueblo como una masa necesitada de administración. Ese es el punto de vista de la burguesía.
Al fin de los años 80 se discutía mucho sobre el por qué y el cómo de las contrarrevoluciones y su restauración en los países socialistas.

Eso es un intento de respuesta: los “comunistas” burócratas, que se creyeron superior, guardaban distancia de las masas y se alienaron de sus reivindicaciones, deseos, emociones y valores.

Por eso los Consejos no son formales o limitados pero por naturaleza son organizaciones colectivas. Consecuentemente, un colectivismo cubre las actividades y funciones de los Consejos. Colectivismo en la toma de decisiones y en la implementación son los elementos claves.

A través de los Consejos se restaurará la identidad y la personalidad popular, lo cual ha sido robado por el sistema y alienado por su propia clase.

Las gentes que no están organizadas se encuentran sin defensa contra los ataques ideológicos y culturales de la burguesía. La burguesía utiliza esta situación para promover el individualismo que se combina con la falta de autoconfianza en las masas. Así no es difícil que el individuo acepte los valores podridos de la burguesía. Los Consejos serán los modelos de resistencia contra la degeneración cultural de la burguesía.

Los Consejos, organizando al pueblo, crea una conciencia democrática, y deja crecer la confianza en su propio actuar y capacidades como guía.

La alternativa para el actual sistema es socialismo y revolución. Pero concretizar esta alternativa sólo es posible cuando el pueblo se considere alternativa y crea en su capacidad de ser alternativa. Los consejos y las organizaciones de masa son escuelas de formación, y forma organizativa que garantice la confianza en los modelos de autodesarrollo y liderazgo del pueblo.

Naturalmente que las tareas de estas organizaciones no se limitan a eso.
Los Consejos son escuelas que producen nuevos cuadros revolucionarios, viniendo de diferentes sectores de la sociedad y clase. Los consejos ayudan a entender la realidad del pueblo, siendo parte del pueblo.

Los conceptos ‘pueblo’, ‘clase obrera’ y ‘proletariado’ se concretizarán solamente dentro de este tipo de organizaciones.

En esta etapa de desarrollo los revolucionarios y el pueblo avanzan paralelos el uno al otro, pero combinados.

Los revolucionarios se realizarán que cambios y transformaciones son posibles pero que el periodo requiere paciencia y esfuerzos.
Los Consejos son un instrumento poderoso en la lucha ideológica.
Los consejos funcionan como plataforma de purificación ideológica para el pueblo y los revolucionarios. Su cercanía al pueblo hace posible de contestar la propaganda y demagogia burguesa.

Compartir la toma de decisiones colectivas entre revolucionarios, y estar codo a codo cuando los problemas aparecen, es una buena experiencia para las masas que sufren todavía el efecto de la propaganda burguesa.

Las masas tendrán la oportunidad de ver la realidad de los revolucionarios desde su práctica. El Frente-Partido ha probado su confianza ante el pueblo, apoyando policamente los Consejos. Y la respuesta del pueblo será el reconocer a los Consejos como parte de él.

Esta confianza debe ser valorizada y profundizada con nuestra presencia en los consejos y nuestra práctica en la vida cotidiana.